Se habla mucho sobre la importancia de las energías renovables para reducir el daño al medio ambiente y mitigar el cambio climático. Pero, además del factor ecológico, el viceministro de Energías Alternativas, Álvaro Arnez, añade un componente más a lo que considera una “obligación” de utilizar masivamente fuentes renovables: la cada vez menor disponibilidad de hidrocarburos en el mundo.
“La transición energética es obligatoria, no es una opción, no es una evaluación. En este momento, la matriz energética del mundo sigue siendo con base en combustibles fósiles, pero va a llegar un momento en el que, no solamente por el tema ecológico, sino por el volumen disponible de los hidrocarburos, los países van a tener que seguir esa ruta”, aseveró la autoridad.
Arnez indicó que la mayoría de las empresas petroleras más importantes del mundo han direccionado grandes inversiones hacia las energías alternativas, como los biocombustibles, la energía eléctrica y el hidrógeno verde, además del almacenamiento de la energía, donde el litio juega un papel fundamental.
En ese sentido, el viceministro dijo que en la actualidad hay países que están más acelerados que otros en cuanto al desarrollo de energías renovables, pero considera que aquellos que continúen dependientes de los combustibles fósiles “van a tener muchos problemas en el futuro en su matriz energética”.
“Las empresas, industrias, que avanzan en este proceso no lo hacen por capricho, es que saben que estamos en este momento en esa transición; y no ser parte de ello va a significar que cuando llegue el momento no van a poder adecuarse de manera rápida y van a perecer”, manifestó.
Bolivia avanza hacia la sustitución de fuentes fósiles en su matriz energética, con la implementación de dos plantas de biodiésel FAME I y FAME II y una de diésel renovable (HVO). Con estos complejos, YPFB estima hasta el 2025 reducir en un 40% la importación de diésel.
Además, en generación eléctrica, el Gobierno continúa implementando plantas de energías renovables como solar, eólica e hidroeléctricas. Hasta el momento todos estos proyectos suman una capacidad instalada de 1.031 megavatios (MW). El consumo del país ronda los 1.600 MW.
