Tendencia a la baja del petróleo posibilita a Bolivia reducir sus costos de subvención

por Josue Hinojosa

El pasado mes, el banco de inversiones estadounidense Morgan Stanley redujo sus pronósticos de los precios del petróleo proyectando un superávit en la producción durante el primer semestre de 2024.

Morgan Stanley prevé que los precios del barril de petróleo bordearán los $us 70 en el primer trimestre de 2024; $us 72,50 en el segundo trimestre y, entre 75 y 80, durante los dos últimos trimestres.

Entre mayo y julio de 2022, el precio del barril de petróleo WTI superaba los $us 100.

Pero, ¿cuál es el impacto de una posible disminución del precio del petróleo en Bolivia? Con las exportaciones de gas menguadas en los últimos años, el principal impacto está en la subvención a los combustibles, pues Bolivia destinará menos recursos a las importaciones y a la subvención.

Así lo interpreta el analista en hidrocarburos José Padilla, quien explica que el país podrá importar petróleo, gasolina y diésel a menores precios, situación que también implica una disminución en los recursos destinados al subsidio de la gasolina y el diésel.

Sin embargo, Padilla también sugiere aprovechar la eventual disminución del precio del petróleo para aumentar las importaciones y contar con la suficiente materia prima para cargar a las refinerías donde se procesa el petróleo para obtener, entre otros productos, gasolina y diésel.

En 2022, los recursos destinados a la subvención de los combustibles alcanzaron un valor de aproximadamente $us 1.700 millones de dólares, según datos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

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