La FIA no tuvo un fin de semana del que sacar pecho en el Gran Premio Singapur, con no muchas intervenciones, pero todas ellas polémicas ya desde el sábado en clasificación, donde solamente ellos saben por qué no introdujeron un tiempo mínimo en el tercer sector para evitar un tráfico peligroso, como acabó ocurriendo. No mejoró la cosa a comienzo de carrera, cuando Lewis Hamilton no tuvo ninguna intención de hacer la primera curva del trazado, ganando dos posiciones y tardando casi cinco vueltas en devolverle posición sin que los comisarios se pronunciasen, como tampoco se pronunciaron en el toque entre Yuki Tsunoda y Checo Pérez que destrozó el monoplaza del japonés obligándole a abandonar en primera vuelta.
Sí se vieron obligados a pronunciarse una vez terminada la carrera por un incidente entre Alex Albon y Sergio Pérez, no por el toque entre ambos que dejó al tailandés fuera de juego y al mexicano con una sanción intranscendente, sino por un adelantamiento que pudo producirse bajo periodo de Virtual Safety Car, y que pese a ocurrir en la vuelta 44 de 62, la FIA fue incapaz de arrojar luz durante la carrera.
De hecho, fue incapaz de arrojar luz incluso después de la carrera, declarándose incapaz de determinar quién tenía razón; si Red Bull o Williams. En la mencionada vuelta 44, durante periodo de ‘Virtual Safety Car’ provocado por la rotura del Alpine de Esteban Ocon, Alex Albon decidió detenerse en boxes para afrontar un cambio de neumáticos, aprovechando que su equipo había reservado un juego extra de neumáticos medios. En su salida de boxes, Albon se encontró en paralelo con Sergio Pérez, y ante la duda, decidió colocarse por delante. Red Bull rápidamente pidió a la FIA una confirmación de la posición, pero esta confirmación no llegaría nunca.
Tras la carrera se comprobaron los datos de tiempo y vídeo, quedándose completamente igual. La FIA explica que el sistema de cronometraje no arrojó diferencias entre ambos competidores en la segunda línea de ‘Safetycar’, y que la comprobación de vídeo no ayudó a despejar la incógnita. Ante una falta de legislación sobre qué piloto debe ir por delante en caso de empate, si el que estaba en pista o el que sale de boxes, la FIA decide no hacer nada, más teniendo en cuenta que la carrera había llegado a su fin. Por lo tanto, Albon se salió con la suya en esa acción en lo que podría haber sido determinado como un empate y que la FIA fue incapaz de resolver.
