Luis Miguel ya llegó a Miami y dio su primer concierto en el Kaseya Center. Lo llenó hasta la bandera y levantó a los asistentes del asiento con sus canciones de siempre.
Después del show, el artista se bajó de su coche para acercarse y saludar a las decenas de fans que le esperaban en la puerta por horas.
Amable, entregado y regalándoles la mejor de sus sonrisas, Luis Miguel se paró, se hizo fotos y firmó autógrafos. Todo maravilloso hasta que uno de sus guardaespaldas tuvo un gesto al que él reaccionó de inmediato.
Al seguridad, cuyo trabajo es estar pendiente de que nadie se sobrepase o haga algo incómodo, parece que no actuó del todo bien con una de las fans, a la que apartó la mano de forma poco agradable.
¿Qué hizo el intérprete de “La incondicional”? No dejó pasar eso de largo. El novio de Paloma Cuevas, a quien dicen ya ha pedido matrimonio, quitó el brazo de su guardaespaldas con seriedad, no permitiendo que se dirija así a sus fieles seguidores. Una actitud de defensa, agradecimiento y amor por quienes siempre han estado ahí.
