Mano a mano entre dos excampeones de WRC. Ese es el menú que presenta el Dakar 2024 tras la séptima etapa que unió Riad con Al Duwadimi, con 483 kilómetros cronometrados. La marquesina está compuesta por dos nombres muy pesados en el automovilismo: Sébastien Loeb y Carlos Sainz. El francés se quedó con el tramo y le descontó 10 minutos y 31 segundos en la general al español.
Las continuas deserciones de los principales candidatos armaron esta batalla entre dos. Poco a poco, en siete etapas, se fueron cayendo los candidatos a la corona: Stéphane Peterhansel, Nasser Al-Attiyah, Yazeed Al-Rajhi, Seth Quintero, Nani Roma… En el tramo de este domingo fue Mattias Ekström sufrió la rotura de la suspensión de su Audi y no pudo repararla. Tuvo que esperar a la asistencia y el segundo lugar de la general con el que llegó al día de descanso, se fue por la borda.
Ahora sí, Sainz contra Loeb. No hay más. Bueno, también ambos compiten contra el rival más difícil: el Dakar. Y más que nunca en esta edición se vio que hay que sobrevivir. “Fue un día difícil, con mucha navegación, hemos pinchado, así que no fue un día perfecto. Además, Séb realizó una etapa muy buena y perder diez minutos es mucho”, dijo el Matador, quien busca su cuarto Touareg.
Por su parte, Loeb se mostró muy conforme con su rendimiento y con la distancia que recortó con el líder: “Firmamos un bonito especial. El objetivo hoy era conseguir dos o tres puntos, y no ha sido fácil. Fabian (Lurquin, su navegante) realizó un trabajo fantástico. En alguna ocasión tuvimos que dar media vuelta, pero en general navegamos muy bien. Al final cedimos dos minutos en la navegación, pero perdernos no nos perdimos. Sigue quedando un piloto adelante”, señaló el francés, quien quedó a 19 minutos de Sainz y busca su primer título en Dakar. El brasileño Lucas Moraes es tercero, pero a la enorme distancia de 1h00m35s.
