El Barcelona ya conoce el veredicto de la Sala Cuarta de la Audiencia Nacional, que condena al club al pago de 23 millones de euros por el IRPF derivado de “las retribuciones abonadas a los agentes deportivos de los jugadores”. El recurso presentado por la entidad catalana no ha tenido el éxito esperado en Montjuïc, por lo que se suma un problema más a la ya larga lista del presidente culé.
La entidad azulgrana ya despertó la atención de las autoridades tributarias por el periodo 2012-2015. Los pagos a los agentes de los futbolistas que conformaban las plantillas del Barcelona se hicieron, siempre según los tribunales, de forma irregular. Hacienda entiende que los pagos que el club catalán hizo a los agentes de sus futbolistas estaban relacionados con servicios para los jugadores, en ningún caso fueron servicios para el club: por eso se debían aplicar los procesos tributarios correspondientes.
El club ahora presidido por Joan Laporta ha defendido en sus recursos a esta sentencia la versión contraria a la otorgada por la Administración. Según la información publicada por Libertad Digital, la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional “dice que resulta meridianamente claro, de la lectura de la Resolución del TEAC, que ha existido simulación” en estos pagos a los agentes de los jugadores azulgrana.
Esta simulación consiste en “la utilización de artificios encaminados a la elusión impositiva, esto es, a disfrutar de ventajas fiscales que no corresponden a la real operación realizada”. El tribunal sostiene que el Barcelona simuló estos pagos a los agentes de sus jugadores, evitando pasar dichas cantidades por los filtros fiscales correspondientes: de ahí las dos formas de ver el caso, algo que propició el recurso presentado por el Barcelona.
La entidad azulgrana retribuye al agente “unos servicios inexistentes”, pagando al jugador parte de este dinero “por los servicios que presta al club, con la correspondiente incidencia tributaria, que afecta al IS, IVA e IRPF, distorsionando la base imponible de tales conceptos tributarios”. La sentencia es definitiva y el Barcelona se enfrenta ahora a una multa de 23 millones de euros.
