El año 2022 Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) comenzó los trabajos de reversión del Gasoducto Santa Cruz-Arica y en 2023 inició el transporte de gasolina y diésel. En la actualidad, la estatal petrolera apunta a potenciar el uso del ducto con la importación de petróleo, lo que implica una disminución de costos logísticos.
El aumento de las operaciones del gasoducto permitirá incrementar la carga de las refinerías Gualberto Villarroel de Cochabamba y Guillermo Elder Bell de Santa Cruz.
“Se visualizó un ducto de Santa Cruz a Arica que sólo se utilizaba para transportar los restos de nuestra refinería cuando debería ser usado al revés. Desde 2022 comenzamos el trabajo y desde 2023 a transportar tanto gasolina y diésel. Ahora lo vamos a hacer con el crudo desde Charaña, occidente del país, hasta Santa Cruz”, informó el presidente de YPFB, Armin Dorgathen.
Ratificó el aumento de carga a las refinerías, ya que se importará un buque mensual de crudo que será transportado por medio del ducto y de camiones cisternas al interior del país.
“Estamos logrando en 2022 una relación de costo importación de alrededor 2.700 millones de litros a Bs 7,64 el costo, obviamente vamos a tener un incremento en volumen de importación, sin embargo, es importante mencionar que el precio bajó de Bs 7,64 a Bs 5,61, lo cual nos muestra que los trabajos que estamos realizando abriendo nuevos puntos de importación y cambiando la logística baja da resultados en disminuir cotos de importación”, explicó Dorgathen.
Destacó que este trabajo ya se refleja en el ahorro de recursos económicos en beneficio de la estatal petrolera.
